sábado, 23 de enero de 2016

Cosas que aprendí

- Nada es permanente. Lo que hoy es, mañana no. Y no por ninguna injusticia divina ni por un castigo, sino simplemente porque así debe ser para que no te duermas en los laureles y sigas caminando.
- Nada es como creíste que era. Hemos creado ideas sobre cómo deben ser y son las cosas y las personas que nos rodean. Pues no, todo es una mera proyección que tu mente construyó para poder sobrevivir mientras crecías. En la edad adulta hay auténticos problemas con la posibilidad de que las cosas y las personas sean diferentes. Pues lo siento, casi siempre son diferentes a como creíamos que eran. Espabila.
- No te tomes nada de forma personal. Lo que recibes de los demás te afecta sólo si le das poder sobre tí, y la única forma de no dárselo es no tomándotelo de forma personal. Casi siempre lo que "te hacen" tiene que ver con quien te lo hace, no contigo. Y si tiene que ver contigo agradece el efecto espejo que esa persona tiene sobre tí porque eso te permitirá pulir aspectos de tí mismo que no te benefician en nada.
- Fíate de tí. Asume que tu eres tu maestro y que aunque se puede (y se debe) escuchar a todo el mundo que tenga una opinión respetuosa y coherente, al final tus tripas saben el camino que debes tomar. Hacer siempre lo que sientas que debes hacer. Es el secreto para no arrepentirse de nada.
- No rechaces nada. Todo es posible. Sólo asume algo como verdadero cuando así lo sientas, y mientras tanto observa en silencio, sin juzgar.
- No tengas miedo del silencio. En el silencio te encuentras contigo, por eso a mucha gente no le gusta el silencio. Aprende a estar en silencio, es profundamente sanador.
- Encuentra la paz con tu familia. Básico para la vida estar en paz con la familia de la que procedes. Te hayan hecho lo que te hayan hecho. Trabaja este aspecto de tí e integra a tus padres o irás con dificultades por la vida.
- Exprésate. Expresa tu verdad. Dí lo que sientes ante las cosas que te suceden o esas emociones te harán bola que se manifestará en tu cuerpo en forma de enfermedad.
- Se fiel a tí mismo. Al final, las únicas explicaciones que debes te las debes a tí. Nunca hagas nada en contra de tí mismo. No te traiciones.

viernes, 8 de enero de 2016

Decían...


Se mujer. Decían...
Se adulta. Decían también. Y además le decían:
Se femenina.
Se un ser completo.
Se sensible.
Se fuerte.
Se como el bambú.
Se astuta como la serpiente.
Se inteligente como el delfín.
Se compasiva.
Se espiritual.
Se como el sol y la luna.
Se como los árboles.
Se como el viento.
Se como el fuego.
Se mujer montaña.
Se el sueño.
Se el soñador.
Se como el águila.
Se una guerrera.
Se un pilar.
Se amor.
... 

Tenía que ser tantas cosas que casi perdió la definición de sí misma pretendiendo ser todo a la vez. 
Y tanto se perdió, que un día encontró que lo que nunca le habían dicho es que sólo había una cosa que sí era importante que fuese...

"Se Humana.
Y vive sin preocuparte de ser nada porque ya lo eres Todo. 
Sólo permite que ese Todo se manifieste a través de tu Humana Presencia. 
Permite la manifestación del Todo a través de tu Materia.
Y la Vida te hará Ser lo que ya Eres. 
En cada instante, sólo Se"

domingo, 3 de enero de 2016

Cuando los cuerpos me hablan



Dicen (y conviene escucharlos):

Nunca dejes de lado sucesos o acontecimientos que no fueron agradables o que incluso te hicieron daño.

No procesarlos adecuadamente, enferma.
Es necesario establecer comunicación sincera, respetuosa y verdadera con uno mismo sobre aquello que sucedió. Y luego es necesario establecer comunicación sincera, respetuosa y verdadera con las personas directamente involucradas. Es imposible sanar infiernos personales sin este proceso.
Conseguir llegar a entenderlo y manifestarlo en la palabra sin resentimiento hacia uno mismo y/o hacia los demás es auténticamente sanador.
En tu cuerpo están impresas las huellas de tus memorias. Tus anhelos y emociones más profundas.
Tu cuerpo es como un libro que contiene tantas páginas como historias tengas que sanar.
Presta atención a esas páginas. Ellas guardan el secreto que tanto buscas

Manipuladores de la realidad.


Llevo días dándole vueltas a un asunto que hoy, que es un día gris y frío, he podido concretar en mi cabeza aprovechando estas horas de sofá y manta. 
El tema es lo mucho que nos engañamos a nosotros mismos. Hoy he caído en la cuenta de que somos unos grandes manipuladores de nuestra propia realidad. 
Y todo esto viene a raíz de varios sucesos que han tenido lugar a mi alrededor y de algunas cosas que he ido leyendo a contactos del facebook con motivo de los balances de fin de año.
Es cierto que cada uno vive las cosas desde su perspectiva. Filtrado todo por sus propias vivencias, experiencias personales y demás sucesos que han ido conformando nuestra realidad y personalidad particular. 
El tema es que cuando tu eres testigo de determinadas situaciones y luego ves (o lees) cómo las han vivido las demás personas, no puedo dejar de sorprenderme cómo no se cae en la cuenta de la falta de objetividad y de perspectiva.
Hace un año aproximadamente escribí esto: 

"Qué gran perspectiva se tiene desde la posición de testigo.
Sin juicios, sin opinión. Sólo describiendo lo que ves.
No hay mayor libertad ya que no hay apego a nada de lo que está pasando ni a su resultado.
No importa el resultado.
Sólo eres el testigo".

Muchos dirán que esto es fácil cuando lo que está pasando no tiene que ver con uno o cuando no te está pasando a tí. Y yo digo, es verdad. Colocarse en la posición de testigo es más difícil de hacer cuando eres tú una de las personas implicadas en los hechos o acontecimientos. Pero también te digo que a pesar de que en esa situación es difícil no alimentar al ego con expectativas, lo que sí podemos hacer es no aferrarnos a ellas. Y no es fácil, pero se puede. SIEMPRE SE PUEDE. 
A veces, queremos que las cosas sean de una forma, pero en ocasiones las cosas no salen como esperábamos y entonces caemos en la frustración y el autoengaño para sentirnos menos culpables, para que nos duela menos, para no reconocer nuestra responsabililad o para no enfrentarnos a las consecuencias... Y no nos damos cuenta que eso no hace más que emponzoñarlo todo. Las relaciones se toxifican, se complican, se ensucian o incluso se rompen. Y entonces volvemos a culpar al otro de lo que ha pasado porque nosotros hemos hecho todo lo que podíamos hacer. Y yo digo: es verdad, con lo que sabes has hecho lo que puedes, pero... el otro también! 
Dejemos de culpar, dejemos de señalar con el dedo y dejemos de ESPERAR que las cosas sean como QUEREMOS. Las cosas no son ni malas ni buenas, simplemente SON. Todo depende de cómo te sientas con respecto a ellas y lo que hagas y cómo gestiones esos sentimientos y emociones. Y aquí entonces, SÓLO estás TÚ. No hay culpables, ni responsables, ni cabezas de turco ni nadie a quien echar la culpa. Sólo tú y lo que haces con lo que te pasa (porque lo que te pasa, te pasa a TÍ y no al otro).
Y no hay mayor libertad (y al mismo tiempo mayor responsabilidad) que la de decidir cómo gestionar lo que sientes por los actos de los demás. ¿Estás dispuesto a asumir tu libertad? 
YO ELIJO SENTIRME COMO ME QUIERA SENTIR. Y si aparece algún sentimiento que no puedes controlar, no importa. Vívelo, déjate atravesar por él pero no te aferres a quedarte en esa casilla del tablero porque te aseguro que el resto de jugadores acabarán pasando por delante de tí y dejándote allí. Alguno tal vez intentará echarte una mano, pero como sigas empecinado en quedarte en esa casilla, los demás seguirán tirando su dado y avanzando por su camino. Y entonces te darás cuenta de que estás solo y la vida volverá a darte la oportunidad de enfrentarte a lo que te pasa pero puede que tu sigas queriendo estar en esa casilla y entonces culparás a los demás por dejarte solo. Y entonces volverás a empezar, vuelves a la casilla de salida. Tal vez con otros jugadores diferentes, que dejarán de jugar contigo a menos que dejes de aferrarte a quedarte en la misma casilla de siempre. ¿Lo entiendes?
Se el testigo de tu propia vida.
Vívela, y deja de manipular la realidad para adaptarla a tus trabajos sin realizar porque te aseguro que la vida te volverá a colocar en la casilla de salida una vez más.
Pero también te aviso de algo. Es importante que entiendas que esto te costará más o menos en función de los asuntos sin sanar que tengas dentro de tí. Asuntos propios, asuntos familiares, asuntos ancestrales, ... y así en la línea del tiempo hasta donde quieras llegar. 
¿Te atreves a buscar? 
¿Te atreves a ser dueño de tu Libertad?

Quítate los Miedos



"El Miedo es una falsedad que aparece como real - es decir, cuando nos centramos en aquello que tememos, potenciamos la falsedad y la convertimos en una realidad. Nos olvidamos de que no puede ser eliminado mediante la comprensión de las razones para sentirlo, al igual que el hambre no puede eliminarse empleando la comprensión de sus motivos. Por eso la mayoría de las terapias que se centran en ayudarnos a comprender los orígenes de nuestro miedo son tan ineficaces para librarnos para siempre de él y para curarnos a nosotros mismos"
Las cuatro revelaciones



Puedes hacer este ejercicio en cualquier momento, cada vez que sientas miedo.
Para mejores resultados, es ideal hacerlo en un lugar privado y silencioso, trabajando con una lista de miedos que has escrito previamente.
Siéntate o acuéstate cómodamente con tu espalda recta y cierra los ojos.

Toma aire (por la naríz)  profunda y lentamente hacia tu abdomen, luego exhala (por la boca)  lo más rápido que puedas.
Repite, toma aire lentamente, y luego suéltalo lo más rápido que puedas.
Y una vez más, inhala despacio, despacio, luego exhala rápidamente.
Ahora continúa respirando a tu propio ritmo.

Escanea lentamente tu cuerpo físico desde la cabeza hasta los dedos de los pies, para encontrar la energía del miedo.
Busca el miedo. Si no lo puedes encontrar, lee uno de los miedos de tu lista y escanea tu cuerpo de nuevo.
Una vez encuentras miedo en tu cuerpo, simplemente obsérvalo. No lo analices, solo obsérvalo. Deja que esté allí. Deja que exista. Deja que crezca y sea lo que es.

Se puede manifestar en una incomodidad física, como un nudo, un dolor, energía localizada, o a través de un pensamiento o una memoria, o simplemente puede ser la emoción del miedo.

Solo míralo.
Obsérvalo.
Siéntelo.
Deja que esté aquí.
 Y dile, *miedo, eres bienvenido aquí.*
Te doy la bienvenida aquí.
Dale la bienvenida y permite que crezca.
Permite que se haga cada vez más grande.
Permite que crezca y crezca… lo más grande que le sea posible
Deja que sea lo más grande que pueda ser.
Permite que el miedo se exprese para ti, pero no lo analices.
Simplemente permite que lo que sea, venga.
Aunque sean palabras,pensamientos,memorias,
Rastréalo si se transforma en otra emoción,o si cambia su localización en el cuerpo.

Sin importar en lo que se convierta, dale la bienvenida a la nueva expresión. *pensamiento, eres bienvenido aquí … emoción, eres bienvenida aquí, palabras, memorias, miedo, eres bienvenido aquí.
Eres bienvenido aquí.

Míralo, Obsérvalo.

Ahora, permítete acercarte y abrazar el miedo en cualquier expresión que este haya escogido.

Dale Amor y Luz y permite que exista.

Agradécele por cualquiera que haya sido el trabajo que tenía para ti, y por estar contigo por tanto tiempo.
Ahora, suéltalo y entrégalo a Dios_Madre_Universo o en quien creas y tengas más confianza.
Permite que vaya libre hacia su fuente.

Respira muyyy profundo ahora. 
Mientras Inhalas, inhala Amor y Luz, sienteee...
Y cuando exhales leeentameeente , deja que esa Luz y Amor vaya y llene el espacio donde solía estar el miedo.
Si sientes que necesitas hacerlo nuevamente porque te ha costado, repítelo hasta que sientas el Amor y la Luz ocupando ese lugar.

Ahora, simplemente respira despacio y profundamente.
Inhalando Luz y Amor, y cuando exhales permite que la Luz y el Amor se extienda por todo tu cuerpo y fuera hacia tu entorno.

Ahora, escanea tu cuerpo desde la cabeza hasta los dedos de los pies para ver si quedó algo de este miedo.
Si ha quedado algo, repite el ejercicio inmediatamente.
Si no, puedes usar tu lista para hacer el ejercicio de nuevo, o terminar ahora abriendo los ojos y estirando bien el cuerpo.

Repite este ejercicio tantas veces como necesites o sientas en tu vida.