domingo, 29 de mayo de 2016

Mujer Montaña. Madre Tierra.




Hoy he tenido un sueño de los que me han parecido que había que prestarles atención. Normalmente sueño a menudo, pero a medida que experimento con los sueños estoy aprendiendo a diferenciar los sueños que son "algo" y los que solo son "basurilla" de mi subconsciente.
En este sueño, yo estaba con un grupo de personas. De todas ellas sólo recuerdo conocer a una que curiosamente no tiene nada que ver con este mundillo espiritual. 
El caso es que nuestro plan era, de noche, subir a lo alto de una montaña que llamaban "La mujer del moño". Se llamaba así porque tenía forma de una mujer sentada con un moño en su cabeza. Nosotros teníamos que subir a lo más alto, y ese lugar era su moño.
Se suponía que íbamos a subir para hacer una especie de ritual en el que íbamos a pedirle perdón a la Tierra por todo el daño que el hombre la hace. Había mucha expectación porque todos creíamos que al hacer ese ritual pasaría "algo" (tipo ver luces de colores o que la Tierra se moviese o qué se yo, pero algo muy llamativo y con mucha floritura).
Recuerdo estar en la parte de abajo de la montaña, antes de subir, hablando con unos y con otros sobre lo que íbamos a hacer. Creo recordar que mi hijo estaba por allí pero yo estaba tranquila respecto a él, como si estuviera cuidado por todos en todo momento y eso me permitía concentrarme en la labor que íbamos a desarrollar.
Lo siguiente que recuerdo es estar ya con todos en lo alto del "moño". Recuerdo mirar al cielo despejado, era de noche y todas las estrellas se veían perfectamente porque no había nada de contaminación lumínica (estábamos en una zona montañosa y boscosa alejados de la civilización. Si me preguntaran el lugar diría que es algún sitio de América), sólo nos iluminaba la luz de la luna, que estaba llena, y las estrellas.
Entonces alguien empieza a gritar pidiendo perdón a la Tierra por todo aquello que tiene que ver con el daño que la Tierra recibe por culpa del dinero. Todos hacemos lo mismo pero observamos que no sucede nada. O al menos no sucede nada parecido a lo que creemos que debía pasar.
Otra persona lo intenta pero ahora pidiendo perdón a la Tierra por el daño que recibe por culpa de nuestros trabajos. Todos hacemos lo mismo... Y nada.
Hay un momento de gran desconcierto porque nadie entiende que eso no funcione y que la Tierra no "reaccione" ante nuestra súplica de perdón.
En ese momento de desconcierto yo me siento en el sueño como me pasa muchas veces en la vida real. Intentando sentir qué es lo que la Tierra quiere de nosotros. Así que me concentro en mi cuerpo y me dejo llevar por lo que siento. Lo que mi cuerpo me pide es tumbarme boca abajo con los brazos en cruz para acercar lo más posible mi corazón al suelo y que éste entre en contacto con la Tierra.
De modo que me tumbo, y comienzo a percibir perfectamente cómo mi corazón se activa (en su forma energética, aunque creo que física también) y comienzo a sentir que lo que hay que hacer es Amar a la Tierra. Siento que de mí comienza a emanar un Amor profundísimo por ella y de alguna forma siento que la Tierra lo está percibiendo y que le está llegando todo ese Amor, porque además en ese momento todo el grupo ha hecho lo mismo que yo (sin que yo dijese ni una palabra).
En ese momento empiezo a "oir" a la Tierra decir: "Hija...Esto es lo único que necesito. Que me queráis y me améis de verdad. No necesito que me pidáis perdón porque eso al final sirve más para liberaros vosotros de la culpa que para ayudarme a mí a liberarme de mi dolor. Si realmente me queréis ayudar haced esto. Unid vuestro corazón al mío y sentiréis cómo somos una sola cosa.
Sólo necesito vuestro Amor. Vuestro Verdadero Amor".

Mientras estoy oyendo esto, justo a la altura de mis ojos comienza a correr una pequeña hilera de agua que antes no estaba ahí. 
Me maravilla la transparencia y el fluir y siento la necesidad de tocarla. De jugar con ese agua con mis dedos como si estuviera tocándole el pelo a alguien a quien quiero mucho. Y en ese momento entiendo que eso es lo que vamos a ver como respuesta de la Tierra ante nuestro Amor. No fuegos artificiales ni nada estrambótico ni llamativo, sino Agua. Y siento que es maravilloso que la Tierra por fín haya sentido que la ayudábamos y le doy las gracias por darnos su regalo. Algo que parece que siempre va a estar ahí y sin el cual no podríamos vivir.... el Agua.
Cuando siento que hemos terminado me pongo de pie y miro a mi alrededor veo cómo unos animales (que no son de este mundo) y que identifico como peligrosos para el hombre, salen corriendo en dirección contraria a nosotros. Y sin saber cómo supe que la Tierra podía protegernos de ellos y les había hecho salir en dirección contraria para no sentirnos amenazados por ellos. Es decir, tuve la certeza de que si estás lo suficiente entregado y unido a la Tierra ella puede protegerte de todo aquello que pueda ser un peligro para tí.
Estando de pie escaneé mi cuerpo y lo sentía distinto. Vibrando de una forma muy especial y aunque no había pasado "nada" yo me sentía completamente diferente. Sabía que ahora podría entender los secretos de la Tierra porque ella ya no me los ocultaría más porque la amaba. Y ella lo sabía. Ahora éramos uno.
Miraba los seres del bosque y los veía de otra manera. Todo era distinto a mis ojos. Pero también era distinto en mi corazón.
Aquí me he despertado con el corazón latiendo a tope y con una sensación súper bonita dentro de mí.

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