domingo, 20 de abril de 2014

La Torre de Babel y el principio de Coherencia



Ayer surgía en una conversación la historia bíblica de la Torre de Babel y de cómo Dios en un afán de castigo al hombre por su osadía de querer llegar al reino de los cielos, los dota de distintas lenguas para que así estén condenados a no entenderse. Buscando sobre ello encontré esto que me pareció bastante interesante:


"La confusión implica la posibilidad de volver a aprender y el hombre debe ir en ese camino hasta encontrar la claridad que le haga superar el odio y la confrontación. Sólo así podrá superar la confusión y aprender un nuevo idioma que lo identifique con el prójimo".

Una conversación posterior me llevó a darme cuenta de que no siempre nos regimos por el principio de coherencia en nuestras relaciones. Principio por el cual lo que pensamos, sentimos y expresamos debería ser coherente. Y como digo, me doy cuenta de que no siempre es así. A veces el no saber expresar lo que realmente sentimos o directamente el no expresarlo, hace que no podamos entendernos con los demás, lo que nos lleva a confusión, disputas y conflictos que en ocasiones no hacen más que agravar el problema.
Me fui a la cama con ello en la cabeza y pedí claridad sobre este asunto. A veces los sueños o los pensamientos al despertar tienen cierta claridad que de otro modo no llega.
Y a eso de las 5 de la mañana me he desvelado con esto en la cabeza...

"Siempre mirando hacia fuera, pensando en cómo mejorar las relaciones con los demás y no os dais cuenta de que esa Torre de Babel vive en cada uno de vosotros. Y lo que es peor, muchos la alimentáis creando relaciones conflictivas con otros como vosotros.
Muchos sois incapaces de tener coherencia entre lo que pensáis, sentís y decís o hacéis sin tener consciencia de que todas esas "lenguas" (es decir, vuestra mente, emociones y actos o palabras) que os separan son en realidad una oportunidad para mejorar, para crecer y evolucionar.

Dejad de mirar hacia fuera. Cuando cada uno de vosotros haya alcanzado al menos, la consciencia de que ha de abandonar esa confrontación constante (y todo para querer tener razón y así seguir alimentando al ego) entenderá una nueva forma de relacionarse desde el centro de su existencia. Una relación entre hermanos auténticos aunque en esta vida seáis padres/hijos, amigos, parejas, hermanos de sangre o simplemente conocidos que coinciden en un momento de su camino.

En una primera fase os planteamos lo siguiente: En cada situación que se os plantee, usad la mente para analizar cuáles son vuestras emociones (porque para eso está la mente, para analizar), observarlas y analizad si son proporcionadas a la situación que se os plantea y analizad del mismo modo qué reacción en forma de acto o palabras os surge. Y preguntaros, son coherentes entre ellas? Es coherente lo que estoy pensando, lo que estoy sintiendo y la reacción que estoy teniendo?

Observar cuán revuelta está vuestra Torre de Babel y apaciguarla si es necesario. Todo ha de hablar el mismo "lenguaje" dentro de vosotros y de esta forma podréis ir alcanzando la Maestría en el arte del Saber Ser."

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